Nativos e inmigrantes digitales: vergonzoso final

Hoja de ruta de la discusión sobre «nativos e inmigrantes digitales», con vergonzoso final:

  • Leo un post de Diego Levis sobre las categorías «nativos digitales» y como lo considero excelente y coincide con la misma sensación que tenía yo desde tiempo atrás, escribo este post.
  • Como me habían quedado cosas en el tintero, amplío el tema en un segundo post. Recibo bastantes comentarios a favor de mi postura (y la de Diego, a esas alturas asociado involuntariamente a mi imprudencia) y algunos críticos, entre ellos el de Mario Kiektik.
  • Además de seguir la polémica en su blog personal, este caballero escribe un post en el portal Educ.ar (que hoy curiosamente no aparece donde estaba), volviendo a criticar nuestros -según él- deseos de controlar a los nativos digitales.
  • Ya medio cansado le contesto en otro post, aportando algunos datos de paleoantropología relacionados con el conocimiento humano. Inútil esfuerzo.
  • Triste final: Kiektik publica en el portal educativo del estado argentino otro post donde compara a Levis (más conocido que yo, y por lo tanto más útil a los efectos ejemplificadores) con los asesinos Pizarro y Videla.

Debo reconocer que la última respuesta de Kiektik me descolocó, porque llevó la discusión a un nivel de ataque personal digno de peleas de barricada, no de debates de educación. Como final, dos consideraciones:

  • Me parece grave que desde el portal educativo del Estado argentino se permitan este tipo de agravios. Puedo entenderlos, aunque no los acepte, en un blog personal. No en un sitio oficial, encima educativo.
  • En cuanto a las consideraciones «teóricas» que hace Kiektik en su ofensivo post, es una lástima que me haya agarrado cansado. De todas formas le sugiero que pruebe esta herramienta que conocí gracias a Digizen. Seguramente le será muy útil.

Y hasta aquí llegué. Escribo este post porque no he podido (asumo que por problemas técnicos) dejar mi respuesta en el post de Educar. Basta.

No más discusión con quienes sólo quieren oír lo que les gusta, o lo que les gusta a sus jefes de cátedra 😉

Acerca de Alejandro Tortolini

Docente, investigador, curioso empedernido.
Esta entrada fue publicada en Cibercultura, Educación, Internet y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

6 respuestas a Nativos e inmigrantes digitales: vergonzoso final

  1. Alejandro:

    Te transcribo un post que publiqué hace un tiempo, cansado también de discusiones estériles con necios. Dice así:

    «Esta vez, cansado de leer y escuchar discusiones vanas y estériles, me resguardo en palabras de Beatriz Sarlo: “Cuando escribo, lo que busco es discusión colectiva.”

    Sin lugar a dudas, para discutir hay que ser grande…»

    Te dejo un abrazo,

    Enrique

  2. JLG dijo:

    Completamente de acuerdo contigo. En España acabamos de comenzar el nuevo curso académico y he sondeado a mis alumnos de 17 y 18 años sobre útiles 2.0 (ya sé que no te gusta, pero no se me ocurre otro nombre ahora) y el «nativo digital» parezco yo: decepcionante.

  3. Alejandro Tortolini dijo:

    Enrique: muchas gracias por el apoyo y por la cita de Sarlo.

    JLG: gracias por tu comentario. Con respecto a los de «2.0» a mí me pasa lo mismo, el término no me gusta pero tampoco encuentro otro mejor. Parece que la habilidad marketinera de O’Reilly ganó esta partida…

    Muchas gracias a ambos por visitar Kybernetes.

  4. Me dejó un mensaje el susodicho en mi sitio. Dice así:

    «Tiempo al tiempo. Enrique Quagliano, gracias por tratarme de necio. Ya te las verás conmigo, no te preocupes.»

    No tengo nada personal con esta persona; no tendría por qué tenerlo. Sólo me remití a la evidencia del tipo de discusión que plantea.

    «Necio: Imprudente; terco y obstinado; se dice de las cosas ejecutadas con imprudencia, ignorancia o presunción»

    Que cosa, ¿no?

  5. Pingback: Apuntes e ideas sueltas sobre tecnología y otros asuntos. » Ataques innecesarios

  6. Alejandro Tortolini dijo:

    Realmente lamentable, Enrique.
    Como alguna vez comentamos, parece que se les hace costumbre agredir a los que se atreven a cuestionar las ideas que el marketing educativo está imponiendo.
    Esto demuestra quienes son verdaderamente los intolerantes.
    Un abrazo.

Deja un comentario